Muchos confundimos la felicidad con la alegría. La felicidad, con frecuencia, viene desencadenada por acontecimientos externos, sobre los que normalmente no tenemos control; por ejemplo ser ascendida, ser correspondids en el amor o conseguir que te concedan una hipoteca. La felicidad camufla muchos miedos.
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Pero la alegría es la ausencia de miedo. La alegría es el conocimiento de tu alma, de que si no consigues el ascenso o mantener una relación sentimental, o comprarte una casa, es porque no estabas destinado a ello. Estás destinado a algo mejor, a algo más rico, más profundo, a algo más. La alegría está donde empieza tu vida, con el primer llanto. La alegría es tu derecho de nacimiento.
Hacia el alma esencial
Sarah Ban Breathnach
Sarah Ban Breathnach